“Por eso, no es extraño que esto aparezca en el ámbito de la escuela. La escalada de violencia e inseguridad que por estos días vive la sociedad es cada vez mayor, y como la escuela sigue siendo un espacio de contención, los chicos perciben que es ahí donde alguien los va a escuchar. Pese a la falta de presupuesto, al déficit de capacitación de los docentes, la escuela sigue siendo un referente social. En ese sentido, no ha habido una decisión política e ideológica por parte de los últimos gobiernos, sobre todo, no han comprendido la necesidad de equipar a las escuelas de profesionales y equipos técnicos para ayudar a los docentes a advertir estos indicadores. Todos destacaron la conducta de este chico: tímido, apocado, solitario, callado. Pero quienes nos dedicamos a la salud mental, sabemos que ese rasgo denota alguna patología mental que puede tratarse, y prevenir trastornos mayores”, agregó Osorio.